TRUJILLO 1932

"El lenguaje político…

Está diseñado para hacer que las mentiras suenen veraces y el homicidio respetable”.

GEORG ORWELL (1903-1950).

Fusilamientos en Chan Chán (1932).

Un día como hoy (07 de julio) hace 80 años se produjo la revolución en Trujillo, la primera revolución peruana en el siglo XX.

Escribo estas líneas con la autoridad que me da ser hijo, nieto y bisnieto de una familia de trujillanos, muchos de ellos militantes y/o simpatizantes apristas.
Pese a lo dicho, esta nota no se trata de una arenga ni de una apología al partido aprista.

Estas líneas tienen como objetivos los siguientes: reconstruir aquellos hechos; desentrañar la verdad; condenar la violencia de ambas partes (especialmente de las fuerzas armadas de aquel tiempo); homenajear tanto al piloto Pinillos (quien se opuso al bombardeo), como a los mártires, los campesinos, los obreros y los oficiales, quienes ofrendaron sus vidas por sus creencias; y sobre todo, cicatrizar viejas heridas y poder así mirar hacia adelante.

Entre las fuentes que he consultado están las siguientes: bibliográficas y orales.
En cuanto a las primeras, tenemos los libros “El Año de la Barbarie”, de Guillermo Thorndike; “La gran persecución”, de Armando Villanueva del Campo y Guillermo Thorndike; “La insurrección de Trujillo”, de Margarita Giesecke; “Arte y Revolución: Trujillo 1932”, de Mariano Alcántara La Torre; “Documental del Perú”, tomo XIII.
Y en cuanto a las otras, pude conocer los testimonios de sobrevivientes y sus familiares, en ambos bandos. Por ejemplo, testigos presenciales de los hechos fueron mi bisabuela Angélica Calderón de Lavado y sus hijas Fausta Moreno Calderón (mi abuela materna), Consuelo Cáceres Calderón (mi tía abuela materna); como también, mi tío abuelo Santiago Torres Araujo. Asimismo, conocí a la señora Julia Elías, hija del oficial Elías, uno de los efectivos destacados a Trujillo.

No pretendo pormenorizar los hechos. Evidentemente hay autores que han desarrollado el tema con mayor profundidad.
Solamente me voy a centrar en algunos aspectos.

Para comenzar, el contexto del país era muy diferente al actual.
A inicios del electo régimen sanchecerrista el panorama era el siguiente: desconfianza hacia el proceso electoral, restricciones a los derechos y libertades civiles y políticos, persecuciones tanto a civiles como a políticos, el continuismo del modelo económico oligárquico, el analfabetismo, la explotación laboral, el centralismo, entre otros aspectos.

Pero los detonantes de la revolución, que caldearon los ánimos en la población liberteña fueron los sucesos siguientes: las masacres de Chocope y Paijan y la matanza a civiles en la Navidad de 1931.
En cuanto a las primeras, tropas del Ejército ingresaron a locales del partido aprista, dispararon a granel, sacaron a mujeres a culatazos y empellones, para posteriormente cometer abusos sexuales contra ellas en el campo.
Durante la chocolatada del “Niño aprista”, la noche del 25 de diciembre de 1931, la caballería del Ejército irrumpió tal evento. Murieron civiles; los cascos de uno de los caballos destrozaron el cráneo de una niñita.
El autor mediato de estos crímenes fue el teniente Alberto Villanueva (a) “Mal Paso”, quien vio su propio final durante la revolución.

La pradera estaba impregnada de material inflamable, faltaba nomas encender la chispa.

Es verdad que Víctor Raúl Haya de la Torre había planificado un levantamiento armado, con ayuda de los oficiales del cuartel O’Donovan. Para ello contaba con el apoyo de su amigo y aliado, el teniente coronel Julio Silva Caceda. Pero estos preparativos se frustraron con la detención del líder aprista en mayo de 1932.

La prensa nacional y algunos historiadores han afirmado que todos los insurrectos fueron políticos apristas o grupos paramilitares. Ello es falso, fue un levantamiento popular y regional, compuesto por estudiantes del Colegio “San Juan”, campesinos y obreros, provenientes de las haciendas azucareras de Laredo y del Valle de Chicama. Dicho movimiento fue solamente secundado por el APRA.

También se dijo que Manuel Barreto (a) “Búfalo Barreto” era aprista. Tal vez sería simpatizante, pero aquel líder sindical no era miembro oficial del partido. Mientras Haya de la Torre quiso llevar a cabo un levantamiento popular, con apoyo del Ejército y de las familias hacendadas; Barreto quería llevar a cabo su propia revolución. Éste personaje fue quien precipitó los acontecimientos.

Otras de las mentiras propaladas por la prensa de aquel tiempo (hasta nuestros días) es en cuanto al número de oficiales muertos. Por supuesto que el asesinato de aquellos oficiales, encerrados y rendidos, fue un crimen cobarde y reprobable.
Durante el primer semestre del 2006, en el programa televisivo “Prensa Libre”, la periodista Rosa María Palacios, en una entrevista concedida al militante aprista Pepe Lucho Delgado, dijo que fueron miles los oficiales muertos y masacrados. Estos fueron en total 51.
Asimismo, se dijo que hubo crueldad contra ellos. Pero según el informe oficial del reconocimiento médico-legal de los cadáveres mandado hacer por el juez instructor militar, se concluyó que no hubo salvajismo y que todos murieron por heridas de bala. Quienes firmaron el informe médico fueron el mayor de sanidad Luis Valentín y los médicos Carlos Morón y Luis Tapia, con fecha 12 de julio de 2012.
Los autores, como suele suceder en toda revuelta y momentos de confusión, fueron grupos infiltrados, ajenos a la revolución.

Luego, nada se dijo acerca de la respuesta del gobierno sanchecerrista a la insurrección popular. Éste envió aviones, los cuales bombardearon las ciudades de Salaverry y Trujillo. En aquel tiempo, el bombardeo a civiles era una medida proscrita por la Liga de las Naciones. Semejante medida fue implementada en otros conflictos bélicos: Etiopía, por el ejército del “Duce” contra indefensos abisinios (1935); en Shangai (China), por el ejército imperial japonés contra civiles chinos (1937) y en Guernica (España), mediante los ensayos aéreos de la “Legión Cóndor” (1937).
Pese a todo, aún en aquellas circunstancias, hubo actos de honor y heroísmo. Uno de los pilotos, Carlos Martínez de Pinillos, se negó a acatar las órdenes de sus superiores, consistentes en bombardear Trujillo.

Tampoco se dijo algo; sobre la rapiña en las haciendas aledañas; ni las posteriores masacres efectuadas por las fuerzas del orden contra civiles y campesinos, ni de las desapariciones en la zona. Entre éstas, la “masacre de Chan Chán”.
El oficialismo de aquel entonces reconoció únicamente a 44 fusilados; mientras las fuentes apristas sostienen que el número de víctimas fluctuaron entre 4,000 a 6,000.

Finalmente, quiero reiterar mi repudio a toda amenaza y violencia, ya sea estatal, política, gremial, sindical, delincuencial y terrorista.
Ayer, las víctimas fueron los trujillanos, apristas y anti-apristas por igual; en los 80’s, fueron los ayacuchanos; en los 90’s, gente humilde del solar Barrios Altos, nueve estudiantes y un profesor de la Universidad “La Cantuta”, miraflorinos de Tarata, además de todos los que querían democracia y transparencia de nuestras instituciones. Hoy en el 2012, son algunos habitantes de Cajamarca, Chumbivilcas y Espinar.
Los mártires de nuestro Perú contemporáneo - Trujillo, Chaupimayo, Putis, Lucanamarca, Los Cabitos, Uchuracay, Acomarca, Cayara, Barrios Altos, La Cantuta, las 300,000 mujeres esterilizadas, el Arequipazo, Ilave, la asonada Andahuaylina, Madre Mía, Bagua, el VRAE, Chumbivilcas, Espinar y Cajamarca, todos ellos no son muertos de allá -, son nuestros compatriotas, nuestros muertos.
No más muertes inocentes. Aprendamos del pasado. Mediante el diálogo y en democracia, todos podemos ser protagonistas e incluso ganadores.

Carta al director del diario La República: Botín a bordo



Quienes deseen leer la carta (versión editada), ésta ha sido publicada en el diario "La República", el día 03 de julio de 2012, página 6:
http://www.larepublica.pe/03-07-2012/cartas-del-03-07-2012


"Señor director:

Los amotinamientos policiales en Ecuador (setiembre a octubre de 2010) y en Bolivia (junio de 2012) que sirvan como una experiencia ajena para nuestra Policía Nacional Peruana, para el Ministerio del Interior y para el propio gobierno central. Tales sucesos nos dejan como lección principal que la democracia una vez más se encuentra sometida a prueba.

Nociones políticas como la democracia, el orden público y, particularmente, la sumisión de las fuerzas del orden a la figura del Presidente no han calado en países de nuestro hemisferio. Si bien toda democracia modelo debe reunir éstas y otras cualidades, en muchos países latinoamericanos tales ideas no han echado raíces en ciertos sectores socioeconómicos, regionales, distritales, locales y en estamentos como las fuerzas policiales y armadas de nuestra región.

Nada justifica los motines, cuartelazos y alzamientos de las propias fuerzas del orden; sin embargo, hay factores que explican tales reacciones de las fuerzas policiales.

En lo que a nuestra institución policial atañe, además de una urgente restructuración, existen problemas latentes tales como: paga impuntual de los sueldos, falta de recursos logísticos, uso de equipos y armas defectuosos, omisión del Ministerio del Interior para garantizar el derecho a la defensa de sus integrantes en procesos penales, abusos cometidos por oficiales superiores, disposición o malversación de los fondos policiales ajenos por los propios oficiales superiores.

Ejemplos de corrupción contra la policía los tenemos en los casos “Caja de Pensiones Militar y Policial” y “Fondo de Vivienda Policial” (FOVIPOL), ocurridos durante el Fujimorato; otros ejemplos los tenemos también en los casos recientes como, los “Chalecos antibalas” y las “Raciones podridas” (ver diario “La República”, columna de Fernando Rospigliosi: “VRAE ¿Alguien dijo corrupción?”, de fecha 27 de mayo de 2012).

Los casos sobre corrupción policial mencionados demuestran que los policías peruanos, además de enfrentarse a enemigos como la delincuencia común, el narcotráfico, el narcoterrorismo, la trata de personas, tienen que sobrevivir a su propia institución. En otras palabras, tienen el enemigo en casa.

Me sorprende el manejo deficiente de la problemática policial por parte de nuestro mandatario Ollanta Humala Tasso, sobre todo, porque cuando él fue líder opositor, con ocasión del levantamiento policial en Ecuador, declaró a la prensa lo siguiente: “En estos últimos días se están tocando los derechos policiales (cédula viva) en el Perú. Hay que tener cuidado en la casa. (…)” (ver diario “La República”, “Ollanta Humala: “Crisis en Ecuador podría darse en Perú por Cédula Viva””, de fecha 30 de setiembre de 2010).
Por tanto, que nuestro Presidente sea consecuente con lo que predica y que se deje de promesas retóricas.


Cordialmente.
Juan Carlos Torres Márquez". 

Huelga policial en Bolivia. Foto: diario "La República" (23 de junio de 2012).

Carta al director del diario La República: MOVADEF

"MOVADEF". Caricatura perteneciente a Mario Molina.
En: diario "El Comercio" (12 de enero de 2012).
Quienes deseen leer la carta (versión editada), ésta ha sido publicada en el diario "La República", el día 15 de enero de 2012, página 11:
http://www.larepublica.pe/15-01-2012/cartas-del-15-01-2012

"Señor director:

Considero que el pedido de inscripción solicitado por la agrupación “Movimiento por amnistía y derechos fundamentales” (MOVADEF) es ilegal e inconstitucional.

Dicha agrupación ampara su pedido únicamente invocando el artículo 35° de nuestra Constitución Política de 1993. Pero para ello, no basta con tan solo reunir firmas ni adherentes. Tal precepto debe ser interpretado sistemáticamente con la Ley N° 28094, Ley de Partidos Políticos.

Así, el artículo 2° señala cuáles deben ser los fines que habrán de cumplir las agrupaciones políticas que deseen ser inscritas. Entre estos objetivos destacamos: asegurar la vigencia y defensa del Estado democrático, contribuir a mantener la paz, la libertad y la vigencia de los derechos humanos, apoyar a la gobernabilidad del país, entre otros.

Para el caso que nos ocupa, el MOVADEF enarbola como propuesta principal la amnistía para su líder ABIMAEL GUZMÁN REYNOSO, el líder de la agrupación “Sendero Luminoso” (SL), movimiento subversivo y predecesor del MOVADEF.

Pero el MOVADEF olvida que su líder fue el autor mediato de la mayor cantidad de muertes humanas, ocurrida durante el conflicto armado interno que vivió nuestro país, durante los años 1980 al 2000, lo cual sembró la zozobra en la población civil. Por citar un ejemplo, entre sus crímenes destaca la matanza de Lucanamarca (Ayacucho), suceso que acarreó la muerte de 69 comuneros.

A lo anterior agregamos que aún existen remanentes senderistas que se mantienen en pie de lucha en contra del Estado peruano.

De otro lado, el MOVADEF afirma que: “(…) el gobierno actual prosigue aplicando neoliberalismo, restringiendo el mercado interno sirviendo así a los intereses de la gran burguesía compradora, el capitalismo burocrático y el imperialismo principalmente norteamericano”.

Entonces, ¿con qué autoridad moral los militantes del MOVADEF solicitan participar en el juego democrático? si ellos siguen creyendo, al igual que SL, en el carácter burgués de la democracia, del Estado de Derecho y de los derechos humanos.

Ellos piden que debe quedar atrás el encono, la venganza; pero ¿cómo confiar en ellos si su líder y la organización predecesora SL impidieron a ciudadanos comunes vivir en democracia, gozar de paz, y disfrutar de las libertades políticas y los derechos civiles?

¿De qué manera piensan defender la gobernabilidad del país? ¿Con huelgas insurreccionales, paros nacionales, daños a la propiedad pública y privada, y bloqueos a las pistas y carreteras?

Finalmente, la agrupación MOVADEF tiene el deber de declarar cuáles son las fuentes de su financiamiento.

Esperemos, por el bien de nuestra sociedad civil, que el Jurado Nacional de Elecciones rechace la solicitud de inscripción del MOVADEF.

Cordialmente.
Juan Carlos Torres Márquez". 

Carta al director del diario "La República": OSCAR VALDÉZ DANCUART

Quienes deseen leer la carta (versión editada), ésta ha sido publicada en el diario "La República", el día 15 de diciembre de 2011, página 8:
http://www.larepublica.pe/15-12-2011/cartas-del-15-12-2011



"Señor director:

Me opongo rotundamente al nombramiento a OSCAR VALDÉZ DANCUART como titular del premierato actual.

Primeramente, hasta ahora no ha funcionado el “Plan de carrera policial”, elaborado por aquel, cuando fue ministro del Interior, el cual ha tenido por finalidad reestructurar a la Policía Nacional Peruana (PNP).
Dicho proyecto busca impedir el ingreso a oficiales que sean cuestionados en la institución. Sin embargo, ¿por qué fueron ascendidos los generales PNP, RAÚL SALAZAR y ABELARDO GAMARRA, quienes se encuentran involucrados en el Caso “Andahuasi”?

Luego, ¿qué hizo este señor en cuanto a la denuncia por presunto acoso sexual, presentada por la oficial PNP Graciela Valdivia Montoya?

De otro lado, dejó mucho que desear sus comentarios acerca de la salida del ex asesor presidencial Carlos Tapia de la Presidencia del Consejo de Ministros. Así, dijo lo siguiente: “(…) Las personas debemos opinar cuando se está sobre el caballo, no cuando nos hemos bajado (…)”.  
Si se ha de destituir o pedir la renuncia de algún asesor o ministro, que sea por causas legales y técnicas; mas no, por motivos políticos, partidarios ni ideológicos.

Asimismo, la defensa que hizo VALDÉZ DANCUART al consejero presidencial en temas de Seguridad y Defensa, el coronel EP ® ADRIAN VILLAFUERTE, fue muy aduladora. Sobre este último, dijo lo siguiente: “(…) es un buen oficial que conoce el tema de defensa y orden interno y hace bien asesorando al presidente (…)”.
Recordemos que VILLAFUERTE (a) “El ácido” fue secretario personal del general EP CÉSAR SAUCEDO SÁNCHEZ, personaje del entorno montesinista, durante el período 1997 a 2000, fecha en que SAUCEDO SÁNCHEZ se desempeñó como ministro de las carteras del Interior y Defensa.
Actualmente, SAUCEDO SÁNCHEZ se encuentra sentenciado a 04 años de pena privativa de libertad suspendida y al pago de una reparación civil solidaria de S/. 50 millones, por los delitos de ocultamiento de documentos y colusión desleal en torno a la emisión de 20 decretos de urgencia.

Por otro lado, en el conflicto minero-medioambiental en Cajamarca, no va a solucionar el asunto el haber declarado en estado de emergencia dicha región. Peor aún, nombrando como “pacificador” a un ex militar que cree a rajatabla en el principio de autoridad.

Por tanto, si el señor VALDÉZ DANCUART no ha destacado en el ministerio del Interior, dudo mucho que pueda asumir un cargo de tal importancia como el de primer ministro.


¡Cordialmente!
Juan Carlos Torres Márquez".

Oscar Valdés Dancuart.
Foto: diario "La República"  (11 de diciembre de 2011).

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El autor.